Quiero morirme súbitamente.

Renuncie a mi sueño, era lo mejor para mí. Fueron unos meses inolvidables porque hubo de todo, días tranquilos, días de estrés, días de furia, días simpáticos. . .Pero cada día muy diferente a los demás.

Te dije adiós, te deje con la palabra en la boca, no quería preguntas y dar explicaciones. Deje todas mis cosas ahí, contigo, sabía que llevaría tu perfume y él hacer recordarte. Me fui por tu bien, a veces te veía por las noches, sentado en el sofá, con una pregunta en la boca "No se que hacer". Preguntarás como te vi, pues siempre dejabas la puerta de nuestro cuarto abierta, me acercaba a ella sin hacer ruido y me asomaba por el paso de la luz. No te voy a mentir verte así, algo me comía por dentro, pensé que quizás te hartaste de mi, que no me aguantabas o que me dejaste de amar. . .

Todas esas preguntas se fueron comiendo mi cabeza, no podía más y por eso me fui. Ahora estarás feliz, te deje libre, disfruta que ahora no estás prometido.