Mi ejemplo, las tormentas.

Hoy salí rapidísimo de mi casa, habías quedado para hablar conmigo, así que salí en busca tuya. La verdad no se de que querías hablar, pues estábamos bien, quizás me irías hacer una sorpresa pero me equivoque. Tenía tantísimas ganas de verte hasta que vi aquella chica a tu lado. La agarraste de la mano y te acercaste a mí.
Yo ya me icé una idea de lo que me ibas a decir. Me miraste a los ojos y me dijiste: Lo siento, pero todo lo que empieza acaba. Al decírmelo bajaste la cabeza avergonzado. Yo, tenía una rabia inmensa así que cogí, tu dichosa exclaba que me regalaste por nuestros 5 meses y la tire al suelo, al igual que millones de lágrimas. Al verme así, me cogiste de la mano, fuiste muy descarado al hacer eso, por eso la solté,  me di media vuelta  y me fui. Para rematar el día, empezó a llover. No podía más así que me tiré al suelo, las gotas caían en mi rostro, como tus besos al verme, millones de momentos pasaron en mi cabeza. De repente, sonó mi móvil y allí escrito estaba tu nombre ¿ Qué querías ? ¿ Intentas hacerme más daño ?. . . le cogí, puse el altavoz y lo guarde de nuevo. Se oyó un " Enana, lo siento joder, no sabía como decírtelo ". Me límite a contestarte, ¿ para qué hablar, si todo terminó ?.  Y tú para " siempre " fue una mentira. Pero como una mosca muerta, caí en tu trampa, pero como muy bien me dijiste tu, lo que todo empieza siempre acaba, así que cogí la base las tormentas, que cuando acabe, siempre sale el sol. Tarde o temprano me olvidaré de ti, pero que sepas, que las gotas que te caigan en los labios, te sabrán a mí.